He cambiado la dirección de mi blog

Éste es ya un vestigio del pasado. Visita
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28 de marzo de 2007

Cómo se ven, los vemos y son realmente los estadounidenses



Vía: Menéame

La imagen —titulada Acerca de ángeles, monos y gordos— pertenece a Wellington Grey, y tiene unas 20 más; por lo que puedo deducir que es un fotolog bastante reciente. Están todas bien, pero debo reseñar ésta en contra de las fotos de gatos que asolan la wen y dónde señala que «eran graciosas en 1995 cuando la civlización comenzaba a utilizar internet, ahora ya no».

27 de marzo de 2007

Libretas de ahorros inseguras

Como Presidente de la Junta de Residentes en la Residencia Ramón y Cajal de La Almunia de Dª Godina me tocó organizar la barra que pondríamos en Apertura Paralela de esta ciudad.

Eso supone recaudar los fondos que pone cada compañero, sondear los gustos en bebidas e invertir en alcohol en consecuencia para poner la barra. También tragarse un par de reuniones con Delegación de Alumnos (que son quienes la organizan), con el resto de barras y con el Alcalde para asegurarle lo bien que nos vamos a comprotar durante la fiesta.

El caso es que, Presidente y Vicepresidente, abrimos una cuenta en la CAI para guardar todo el dinero con seguridad e ir sacándolo para pagar albaranes de bebidas, seguros, etcétera. Total que hoy he ido a sacar todo el dinero para devolver a cada uno lo que puso (un poco menos, no se puede tener todo) y cerrar la cuenta.

Cuando he llegado al banco, y mientras ingresaba un dinero que me habían devuelto recientemente, me he dado cuenta de que no había llevado el DNI, con lo cual había hecho el viaje en balde porque no me dejarían sacar dinero únicamente presentando la libreta. Nada más lejos de la verdad:

He sacado todo el dinero y he cerrado la cuenta sin tan siquiera tener que dar mi nombre, (actualizado) únicamente echando unas cuantas firmas.


No sé si en todos los bancos se comportarán así, sólo en éste, o ha sido un desliz de quién me atendía; pero si es la norma general me parece poco seguro.

Yo creo recordar que alguna vez que he sacado dinero en Ibercaja sí que me solicitaban el carnet de identidad, aunque tampoco estoy seguro a ciencia cierta de si lo pedían o yo lo presentaba directamente.

¿Algún eventual lector se anima a epxlicar qué ocurre en otros bancos?

[i]Disclaimer y todo eso:[/i]
Quede claro que esto no pretende ser ningún tipo de mala prensa hacia la Caja de Ahorros la Inmaculada de Aragón ni una sutil propaganda a favor de La Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y Rioja. No tengo intereses por la ruina o apogeo de ninguna de estas entidades bancarias y me limito a comentar un hecho acontecido recientemente y que me ha llamado la atención.

14 de marzo de 2007

Feliz día de PI

Como muchos sabeis, hoy 14 de marzo se celebra el día de Pi. Esto es debido a que en el sistema de fechas anglosajón, el mes se escribe antes que el día, de modo que hoy lo escriben como 3/14/xxxx.

Es un día que en España es casi desconocido, siendo practicamente sólo celebrado desde internet por blogs y otros sitios web. Por lo que cuentan en el 20 minutos en algunas universidades y colegios americanos incluso se realizan juegos y actividades relacionadas con la constante PI.

En Gaussianos se han currado una entrada muy completa con enlaces a explicaciones de su blog que incluían a PI, poemas mnemónicos, recordando el record mundial actual, y muchas curiosidades y enlaces a páginas dedicadas. Os recomiendo que la visiteis.

En Microsiervos, aunque parezca mentira, apenas le han dedicado unas pocas líneas y un par de enlaces; pero como durante todo el año van publicando cosillas, con tirar de archivo ya le hacen sobrado homenaje.

En varios sitios enlazan a esta rallada de página donde se ve PI y se escucha una canción de un minuto en la que se limitan a cantar los primeros dígitos. He bajado el mp3 y lo he puesto en repetir mientras escribía la entrada, pero ahora mismo ya estoy con tremendas migrañas y enorme paranoia.

Un tema que siempre me ha gustado sobre PI es su aproximación a lo largo de la historia. Una de las más bellas y muy precisas fue obra de Arquímedes en el siglo III adC (sacado de la wikipedia):

fue capaz de determinar el número π entre el intervalo compredido por 3 10/71 como valor mínimo y 3 1/7 como valor máximo. Con esta aproximación de Arquímedes se llegaba a un valor con un error entre 0.024% y 0.040% sobre el valor real. El método empleado por Arquímedes era muy simple y consistía en circunscribir e inscribir polígonos regulares de n-lados en circunferencias y calcular el perímetro de dichos polígonos. Arquímedes empezó con hexágonos circunscritos e inscritos, y fue doblando el número de lados hasta llegar a polígonos de 96 lados.

Parece ser que internet y los cada vez mejores medios de comunicación van acercando esta celebración a nuestro país y que, si antes enlacé al 20 minutos, parece ser que El Mundo también se ha hecho eco de la noticia.

Y hasta aquí este homenaje a PI, si aparece algo interesante durante el día que merezca actualizar así lo haré. Os dejo con los 100 primeros dígitos, aunque si quereis, aquí tenéis el primer millón —parece ser que les han enlazado desde tantas webs que les ha petado el servidor—.

π ≈ 3,141 592 653 589 793 238 462 643 383 279 502 884 197 169 399 375 105 820 974 944 592 307 816 406 286 208 998 628 034 825 342 117 067 9

12 de marzo de 2007

El manifestómetro: Pura Objetividad

Cuando los de «izquierdas» te llaman facha y los de «derechas» te llaman rojo: es que hay algo que estás haciendo bien.

Banderas made in China


El Roto, El País, 4 de julio de 2006, Día de la Independencia de los Estados Unidos de América —celebrada asiduamente con gran exaltación del patriotismo—.

9 de marzo de 2007

Star Wars en cine mudo

Mi amigo Casia me pasa vía gTalk este genial video de La Guerra de las Galaxias en versión cine mudo visto en Blog de Cine.

Me encanta el comentario que ahí hace Beatriz presentándolo y que dice:

con un blanco y negro quemado de la época, intertítulos, música de piano y los gestos exagerados de los primitivos actores cinematográficos.


7 de marzo de 2007

Elogio a la tienda de ultramarinos

Buscando Ultramarinos en Google a ver qué salía me he topado con un artículo del escritor Antonio Burgos publicado en su columna Jazmines en el ojal y de nombre Elogio de la tienda de ultramarinos. Como ya hice en su día con el artículo de Juan José Millás "Las Hadas de los pobres" en el que recordaba con nostalgia tan ilustres tiendas, pasaré a reproducir aquí el artículo de Burgos publicado el 21 de noviembre de 1999.

Elogio a la tienda de ultramarinos

EL ÉXITO COMERCIAL QUE EN MADRID ESTÁ TENIENDO MI hermana Pilar, zapatera como nuestra madre, me está haciendo coger un cierto complejo de Mienmano. Mi hermana Pilar iba antes por Madrid de hermana de Antonio Burgos. Ahora es justamente al revés, y me enorgullezco de ello en memoria de nuestra madre, la zapatera trabajadora que nos parió. Llego a un sitio cualquiera de Madrid y me dicen: "¿Tú eres hermano de Pilar Burgos la de los zapatos maravillosos?" Contesto siempre: "Sí, soy el hermano pobre de mi hermana rica, el hermano menos conocido de esta nueva andaluza zapatera prodigiosa".

Tan orgulooso estoy de hermana famosa, rica y con éxito, que me he decidido a ejercer de tal. Fui a visitarla en su tienda de la calle Lagasca esquina a Ayala el otro día, y abriéndome paso entre media Moraleja que allí estaba comprando zapatos, la invité a tomar café como suelo en sus tiendas de Sevilla:

— No sé dónde está aquí la confitería de La Campana, pero te convido a tomar café en lo que aquí las veces de la confitería de La Campana.

Cogió el bolso, dio unas órdenes a la cajera que me recordaron aún más a nuestra madre la zapatera, y disponiéndose a echarse conmigo a la calle, entre un "¿te vas Pilar?" de una clienta y un "no, voy a tomar café con mi hermano y ahora vuelvo" a otra, me dijo:

— Vamos a tomar café, pero antes te voy a llevar a una tienda que te encantará, y te voy a convidar allí a café yo, pero a un cartuchito de café de caracolillo de Puerto Rico del que a ti te gusta tomar en el pocillo matinal del Manolín de la calle San Justo de San Juan...

Y calle Ayala abajo me llevó, oh maravilla, a la Mantequería Bravo. Dependientes de toda la vida, olores de toda la vida, chacinas de toda la vida, latas de conserva de toda la vida. Le dije a la zapatera:

— Pero si esto es como una tienda de comestibles de toda la vida...

— ¿Por qué crees tú que te he traído, so cateto?

Bueno, tiendas de comestibles era demasiado extenso. El nombre era tienda de ultramarinos o tienda de coloniales. Miren qué dos palabras: ultramarinos o coloniales. Me estaban moliendo el cartuchito de café de caracolillo de Puerto Rico, y evocando estas palabras, ultramarinos, coloniales, era como si estuviera en el Viejo San Juan. Al fin y al cabo, nuestras tiendas de comestibles eran como una permanencia del Imperio en los rótulos y muestras de los establecimientos. La Cuba del azúcar cande se había perdido, se había perdido el Puerto Rico del café de caracolillo, pero en las tiendas de ultramarinos y coloniales era como si no hubiese habido nunca Desastre del 98. Esta bendita moda del rescate de las viejas tiendas de ultramarinos y coloiniales, ahora con el nombre de "delicatessen", es la mejor conmemoración de la pérdida de las colonias que hayamos podido hacer, cien años más tarde del Desastre.

Qué olores. En la calle Ayala volvía a aquellos olores de las tiendas de coloniales de la infancia. La Colonial precisamente se llamaba una tienda de comestibles de mi pueblo, donde por cierto mi hermana la zapatera puso luego su comercio, porque ésta, si la dejan, pone una tienda hasta en el Alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba. La Colonial, que estaba en un sitio con nombre tan colonial como la calle Tetuán, tenía un techo decorado al fresco como si fuera el patio de butacas de un teatro de cazuela. Unos ángeles negros portan alegorías del café. Cada vez que ahora los veo entre zapatos, evoco el escaparate de La Colonial, con sus cajas litografiadas de carne de membrillo de Puente Genil, con el vidrio solemne de sus tarros de aceitunas rellenas de pimiento, de pimiento morrón de toda la vida, cuando aún no habíamos sido invadidos por el Imperio del Piquillo. Los frascos con los enormes melocotones en almíbar, las cajas de caramelos de café con leche con añadido de piñones, ésos que una abonada vecina me sigue dando cada tarde en los toros, y cada tarde se vuelve a sonreír con mi comentario al rechazarlos educadamente:

— Muchas gracias, pero me han dicho que esos caramelos están patrocinados por el Colegio Oficial de Odontólogos, porque no hay empaste que se les resista...

Todo ese mundo colonial y ultramarino, aquellos olores, estaban allí, en la calle Ayala. Aquel era nuestro maravilloso mundo de las tiendas de comestibles de la infancia. En casa comprábamos en una que se llamaba La Andaluza, y tanto me maravillaba hasta el atuendo de sus dependientes, que no dejé de dar la lata hasta que conseguí que mi madre, en su máquina de coser, me hiciera en el periquete de una tarde domingo un baby de crudillo como el que tenía Luis, el dueño de La Andaluza, que en una botella de vino nos despachaba el aceite a granel, escanciándolo desde aquella máquina que parecía como una gasolinera en miniatura; el que metía la paleta de metal en los abiertos cajones con los garbanzos, las alubias, el arroz, el azúcar.

Por un momento, en la calle Ayala, volví a aquel mundo de papel de estraza, de báscula Mobba, de cartuchos. En el alfoz de la ciudad cada vez hay más grandes superficies. Pero, oh maravilla, en el corazón de las ciudades cada vez hay también más tiendas de comestibles rescatadas por el amor a las exquisiteces. Lo que en nuestra infancia era la alimentación de cada día, el modo de comprar de cada día, es ahora un delicadeza que hasta con palabra extranjera se pronuncia. Estaban allí las estanterías con las latas de foie-grass Bolado, y eran como las de nuestra infancia. Y las latas de melva canutera de La Tarifeña. Eché en falta quizá, la cizalla de cortar el bacalao, la barrica de madera con las sardinas arenques colocada como una rosa de los vientos sobre el mostrador. Pero al salir, hasta estuve por decirle a mi hermana que seguía queriendo tener un baby como el de Luis el de La Andaluza...

Me encantaría destacar que Antonio Burgos utilice dos verbos cuyo uso ha desaparecido casi por completo en el lenguaje moderno del mismo modo que las Tiendas de Ultramarinos: hablo de Convidar y Despachar; los cuales poseen un delicioso aroma a pasado y muebles húmedos.


(Nota: Me he permitido la licencia de cambiar los dobles guiones (--) que aparecían en el texto por las rayas (—) que corresponden por su lugar.)

6 de marzo de 2007

"El Pez" sobre el caso de la curandera absuelta por estafa

Hace dos días hablaba de la noticia de que el Tribunal Supremo ha absuelto del delito de estafa a una curandera condenada a 2 años y medio de cárcel por comprometerse a cambio de 18.000 euros a curar a un enfermo terminal de cáncer.

Pues Javier Armentia de Por La Boca Muere El Pez se ha explayado más allá de mi simple asombro, indignación y descojone; haciendo crítica a la flagrante naturalidad y desparpajo con las que las pseudoterapias acampan por nuestro país.

Además, ha recordado que recientemente se aprobó un decreto en Cataluña que permitía la intrusión en la Sanidad Pública de este tipo de "medicinas alternativas" —que nunca han sido probadas científicamente—. Esto lo explica de forma clara y concisa cuando anunció el proyecto del decreto.

Pues eso, que me ha gustado lo que comentaba.

El maquillaje se lleva de izquierdas

Ayer buscando una foto de hace tiempo me encontré entre mis carpetas de imágenes con ésta de El Roto publicada el 21 de julio de 2006 que me pareció francamente buena, así que la subo.

4 de marzo de 2007

Absuelta curandera porque la estafa era demasiado obvia


El Tribunal Supremo ha absuelto del delito de estafa a una curandera condenada a dos años y medio de cárcel por comprometerse a cambio de 18.000 euros a curar a un enfermo terminal de cáncer. La sentencia del alto tribunal afirma que "la esperanza es humanamente entendida, pero la confianza en la magia no puede recabar la protección del derecho penal".
[...]
Sin embargo, el Supremo en una sentencia de la que ha sido ponente el magistrado José Antonio Martín Pallín, considera que no se da el engaño bastante para condenarla por un delito de estafa, porque "el ciudadano medio de nuestra sociedad, tiene un nivel de información sobre estas enfermedades y sus características, que difícilmente puede alegar confianza racional en poderes paranormales".
[...]
Tras ver una fotografía de su padre les dijo que le podría curar si empezaba el tratamiento antes de una semana a cambio de 18.000 euros, de los que los clientes descontaron lo que les costó un pájaro llamado "Inseparable" que compraron en Ubrique, porque la curandera decía que necesitaba sacrificar animales y extraerles los mismos órganos que tenía enfermos el padre. Entre los métodos utilizados para la sanación figuraba poner una vela y un cazo de agua delante de la foto del padre.

Para conseguir el dinero, los hermanos tuvieron que pedir un crédito que cuando se dictó la primera sentencia seguían pagando. En un momento determinado, la hija enfermó y fue ingresada en el hospital; la curandera le dijo que le había pasado el cáncer de su padre. En julio de 2001, el hombre murió.

Vía: Menéame

Todavía no estoy seguro de qué quiero reseñar: si el hecho de que haya quedado absuelta porque estaba claro que era una estafa; o bien que realmente pensaran que con un pájaro muerto podría sanar a su padre.
De hecho, ni siquiera estoy seguro de que la etiqueta "Cachondeo" sea la más adecuada.